11/12/14

Carolina Herrera es una señora venezolana que hace perfumes. Hasta aquí todo bien. Lo que ya no entiendo es por qué cada Navidad las locutoras que dicen su nombre en los anuncios se empeñan en que sea irreconocible e impronunciable llegando últimamente a extremos ridículos en los que ningún anglosajón osaría pronunciarlo. Ya que somos un mercado latino o hispano o castellanoparlante si se prefiere, los responsables de la marca deberían entender que en España la palabra Carolina seguida de la palabra Herrera no entraña mayor dificultad de comprensión que la palabra Pedro seguida de la palabra García. No dudo que la señora Herrera se criara en los Estados Unidos ni que su imperio perfumístico comenzara allí, pero no debería hacer de menos a sus potenciales clientes camuflando grotescamente sus orígenes. Supongo que su nombre pronunciado con naturalidad vendería los mismos frascos de colonia y nos evitaría el bochornoso espectáculo de ver denigrada una lengua tan hermosa como la nuestra, a pesar de los y las papanatas que prefieren pensar que usan Caurolaina Jeurerah.

No hay comentarios :