10/9/14

A veces la mirada es más rápida que yo y nos hace una foto en el salón mientras mis hijas ven Disney Channel y el ventilador gira para no olvidarse de nadie. La mirada se posa delante y me hace decir cosas. Transcribo: “Echo de menos que en las familias haya cada vez menos miembros que hablen como en las novelas castellanas de posguerra, esos que después de estar media hora tallando algo en un trozo de madera decían: parece que el verano se irá pronto.” Mi mirada echa de menos sitios en los que nunca ha estado. Su patología es extraña. Me vende caleidoscopios trucados que he de girar despacio mientras escribo torpemente lo que veo. Creo que a ambos nos iría mejor si viviésemos como los que salen en la serie que ven mis hijas ahora, Mireia contorsionando suavemente las piernas de una muñeca, Alba jugando con un rollo de celo azul en la mano.

No hay comentarios :