29/3/14

Me siento junto a la ventana. La Primavera exige fe.
Le digo que ya no tengo. Es un decir, me lo digo a mí,
a la estatua que me he propuesto.

Pienso en hombres como yo en otras ciudades. Oslo,
Juárez, Damasco. Hombres junto a ventanas
intentando hallar la manera de sacar el barco
que alguien metió en su botella. Y los porqués.

Vivir es una lección de resistencia
perdida en un libro vacío. O eso o nada.

La experiencia dice que te agarres a lo que puedas.
Aprende francés. Baila. Cocina. Riega con tu luz a otros.
Fabrica alteridades que den tus vueltas al ruedo,
que chupen los limones con moho que tu chupaste.

Para tal fin disponemos de palabras imantadas
que se cruzan con las de otros mirones estacionales
en Oslo, Juárez y Damasco. Esto es lo que compramos.

Hoy el cielo no dice nada. Ni quita ni pone.
Me deja esperando en la cola de los patinadores.

Cuando escuches tu música sal y haz lo que puedas:
desafía el perímetro de tu mente, hazlo por la belleza
que pide auxilio escondida en todas las cosas.