31/3/14

No sabía dónde poner las manos. Tenía veinte años. Me la hizo un fotógrafo argentino que respiraba con dificultad tras la cámara. No recuerdo ya su nombre. Tampoco recuerdo casi al que aparece en la foto. Entiendo que fui yo como entiendo que la Estatua de la Libertad está en Nueva York. El papel lo dice. Hubo una emulsión. Allí quedó ese otro que hoy vuelve. Ahora que ha aparecido no sé qué hacer con él: no deja de mirarme y sigue sin saber dónde poner las manos.