1/12/13

Resulta extraño leer lo que dicen otras personas. Los desconocidos que se levantan y desayunan. He tomado café: esta era mi mano sosteniendo la taza. Y luego un silencio de monasterio a la espera, siempre ansiosa, de constatar que todas las existencias están conectadas por leyes que desconocemos. ¿Es simple vanidad o realmente hay algo que nunca nos contaron? Pruebas de humanidad científica arrojadas al espacio del otro. Mi hijo está en la uci. El dolor siempre tan intransferible y con su rebaba pegajosa que no conviene tocar. Mirad el vestido que me he comprado. Citas de Borges. Citas de poetas latinos que huelen a cera. Un día en el campo. Chimeneas encendidas el domingo con un amor convencional. Las biblias de la intimidad escritas en tinta deleble. Escribimos porque todo se escapa. La vida se llama jabón. Una soledad siempre es el almacén secreto de otra, y así hasta un infinito que sería de mal gusto ver. Las pescaderías con peces destripados no interesan a nadie. Exigimos que las escamas brillen como señas de eternidad. Defendemos nuestra grandeza de castillos de arena. Sigues leyendo. El jardín de los desconocidos y sus pájaros. Mañana sale mi libro. Mi padre murió ayer. Nos vamos a Santiago de Chile. Cuántos aviones vuelan de noche sin que lo sepamos. Toda esta información se pierde en la sofisticada electricidad del olvido. Lo imaginamos como un ministerio con escaleras relucientes y paneles informativos que encaucen los pasos, pero edificio en ruinas al fin, parecido al recuerdo de un sabor que se quedó en el paladar y que un día vuelve con la llave de un tiempo irreconocible en la mano. Toma, entra, ¿de verdad no te gustan los tours nostálgicos? Tanta solemnidad resulta agotadora. Mi cara es redonda. Apenas tengo barba. Estoy en la playa. Anoche volví a soñar contigo. Soy un cuerpo aterrado como tantos. Necesito tocarte, es lo único que funciona. Pronto será otra vez mi cumpleaños.