los días del mundo

Por lo visto hay una empresa que escribe tu vida
en tres semanas. No es caro. Creo que 400 ó 500 euros.
Te dan diez libros luego.

Puede que lo haga, que les llame. Contad mi vida,
les diré, porque yo no sé. He sido y soy incapaz.
Di ya sobradas pruebas de que mi voz no tiene destreza.

O sintaxis ahogada o piedras en el estanque:
no tengo término medio. Ni ganas a lo mejor
de capitular frente a un espejo encantado.

Pagaré los 400 ó 500. Los llevaré en un sobre de plata.
El sobre lo portará un ejército de elefantes muy pequeños
cuya simple contemplación produzca tristeza.

Y las trompetas dirán: Luis Acebes, rey de persas y convictos,
trae la dádiva para los escribas elocuentes,
un gran cielo troceado con mimo
en el interior nocturno de sus manos.

Ahora en serio, ¿cómo será? ¿Te sientas y hablas?
¿Te pedirán que hagas esquemas? ¿Elegirán ellos el título?
Vida del hombre que pagó 400 ó 500 euros
para que los demás supieran quién era.