5/12/13

Nadie dice la verdad. La cultura se inventó para evitarla con adornos y juegos de sobremesa con los que poder hablar de la nevada sin que se enfríen los pies. Pero lo cierto es que el pasado huele a pelusas que navegan por la sangre, a dientes de leche en la mano azul de un muerto, a desfiles ajenos que eligieron pasar bajo nuestras ventanas. Cántalo en inglés, si es que el contacto de una lengua no materna te hace sentir más libre. Adiestra -llegado el caso y siempre que tu paciencia te lo permita- a un pájaro que sepa disparar a tu vanidad con una cervatana indonesia y acertarle en pleno cuello, donde le duele, donde Vivaldi y toda su maldita mierda.