3/8/13

Cualquier casa es un panteón prematuro, incluso los edificios anodinos frente a la dársena que se desplegaban mientras el coche avanzaba y el que conducía se esforzaba por hacer de guía. Vivimos agarrados a la obligación de contar. La escritura y la muerte, ambas de la mano o compartiendo una bicicleta ridícula a lo largo de la obra de ingeniería que creó ese paisaje artificial. Después llegamos al barrio de Santa Cruz. Ya era de noche, o puede que lo siga siendo por siempre. Decorados profesionales para poetas de todos los tiempos. Agradezco haber nacido en una ciudad fea, sin starters poéticos, sin ninguna ambición de que la belleza tenga que ser elevada a la vista del público. Pero estaba en Sevilla y tuve que leer varias inscripciones en mármol: lo que dijo Alberti, lo que dijo Cernuda, lo que dijo no sé quién cuyo nombre no fui capaz de recordar ni cuando hacía que lo leía junto a nuestro anfitrión. A veces la naturalidad es una falta de respeto. Sentí que mi emoción cero le defraudaba. Quizá esperaba levitaciones o que mis ojos reverberaran de agradecimiento ante la memoria de otros que también escribían. Mira, un maestro, parecía decirme. Todo se basa en espacios consagrados. Los hay que preservan mitos. Otros destinan su funcionalidad a evacuar vejigas. Los viajes mezclan ambos tipos, la vida también los confunde barrocamente. Mientras estamos sentados llega una chica que toca la flauta y pide dinero, luego unos tunos, luego flamencos ambulantes, franquiciados (todos) de la oportunidad o del tópico amaestrado que da de comer. Muchos viajeros no piden más. La existencia, a menudo, es una representación turística. La luna hace lo que puede a nuestro alrededor. A donde no llega su imperio llega el olor de las flores. Muchos de los que estaban sentados a mi lado querrían que hubiese dicho perfume. Pensarían que entraba en el precio de la consumición. Sevilla se aleja y se alarga. También las libélulas de la casa de nuestro amigo y ese potro que relinchaba de madrugada al otro lado del seto, en algún punto desconocido de las tripas de la oscuridad.