19/5/12

1
Se llama vacío pero le llamamos hueco. La vida transcurre mientras echamos agua en una botella agujereada. Buscamos personas que nos quieran y que vengan con una botella nueva que poder tragar entera. Hay boas que lo hacen. Engullen ratas vivas. Nosotros, botellas brillantes que mantengan dentro el líquido de lo que queremos ser. Aunque tampoco lo sabemos. Todo se basa en intuiciones para sostener el recipiente en alto bajo el chorro.

2
Me llamo A. Yo, V. Nos besamos. Paseamos. Sembramos nostalgia anticipada por las calles. Somos aparejos de labranza en un mundo raro. Patitos de goma con pretensiones. Me quedaría a vivir contigo para siempre en esta foto, dice él.

3
Tu amigo te llama: no funcionó. A ella la conocías poco. Era extranjera. Una noche en un Burger King estuviste cerca. Viste su botella sin agujeros. Y la de tu amigo. Masticabas frente a un milagro.

4
Hoy caminas junto a él por una calle del centro. Compra unas zapatillas y se las lleva puestas. Piensas en aquella mujer como en una película vieja dentro de una lata. Los pasos de tu amigo y los tuyos saben demasiado. Por un momento sientes que les gustaría tomar otro camino, probar otra suerte que sepa mejor. Pero ninguno de los dos dice nada.