14/12/09

Hoy he soñado con el Real Madrid. En el sueño yo hablaba en una rueda de prensa y decía muchas veces la palabra "extraordinario", vestía un ridículo traje plateado y los periodistas se reían de mí, yo no hacía más que construir frases que incluyeran la palabra "extraordinario". Somos un club acostumbrado a lo extraordinario. Nuestra historia es la historia de todo lo extraordinario. Debemos ser fieles a lo extraordinario. Cuantas más frases decía más sudaba. El traje plateado me picaba, me picaba en el cuello y sentía que me tiraba de las mangas; sentía que aquel traje iba a explotar.
De pronto se abrió una puerta y apareció el mejor portero que ha tenido el Real Madrid: Miguel Angel, iba vestido con el uniforme oficial de principios de los setenta; se sentó a mi lado y me miró, era una de esas miradas que ofrecen ánimo a cambio de nada. Allí estábamos, yo con mi traje plateado y mis palabras extraordinarias y Miguel Angel vestido de portero, con los guantes, con las rodilleras, con aquella camiseta verde oscura que él solía ponerse para presentarse cada domingo ante la gloria.
Después me he despertado y he visto que nevaba. ¿Qué querría decir mi sueño? En la ducha he repasado todas las secuencias por si había material extra que no hubiese evaluado. Conviene hacer esto cuando te despiertas de un sueño. Hay que reunir todo el material y analizarlo a la luz del día. Gracias a estas averiguaciones he descubierto que entre los periodistas de la rueda de prensa se encontraban antiguos compañeros de agencias de publicidad en las que he trabajado; eran los que más se reían. Eran los que además me arrojaban bolas de papel que Miguel Angel paraba con parsimoniosa destreza.
Veamos, cuando era pequeño me regalaron el uniforme de portero del Real Madrid. No sé por qué lo guardaba en una caja grande de zapatos que me dio mi madre, en la tapa había escrito con rotulador "Uniforme de portero del Real Madrid", como si hubiese dudas, como si mucha gente fuese a preguntarse a quién representaba ese extraño disfraz. Los días que te despiertas y ves que nieva muy despacio suelen ser malos para sacar conclusiones. Es mejor esperar a que deje de nevar para pasarlo todo a limpio y redactar el informe. Los sueños no ofrecen muchos argumentos a la lógica pero ayudan a poner orden en los sótanos del subconsciente. Quizá allí viven fotografías en blanco y negro de las mejores paradas de Miguel Angel, sobre todo una en la que permanece suspendido en el aire haciendo una palomita en un riguroso ángulo de cuarenta y cinco grados sobre el suelo. La portería parece gigantesca a su lado, esa portería que tenía el refuerzo metálico de la red curvado, que no es como la de ahora, que tiene un cable sujeto a un poste que hace que los vértices de la red se mantengan tensos. Ese tipo de fotos duermen en cajas de cartón que cada día tienen más humedades, supongo que las mismas que van apareciendo en mi memoria, sobre todo en estos días en los que la nieve se encarga de vengarse de todo.

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