20/8/09

Mis hijas me enseñan que hay un mundo de hombres y otro de mujeres, me lo enseñan a la hora de la siesta, cuando despiertan y el aire del mar se cuela por las tripas de la casa. El reloj marca las cinco; escucho el chillido, graznido o como se llame lo que hacen las gaviotas y que me desespera; las hay a miles por aquí y parecen ratas con alas, dispuestas a atacar a la mínima.
Mis hijas se despiertan y reconstruyen los restos de mi mundo, que fue bombardeado en esa hora ambigua en la que se produce la digestión y los enigmas de las pesadillas diurnas, una hora en la que habitualmente pongo en jaque todo mi pasado y mi futuro mientras mis párpados se dejan caer perezosamente como el cierre de una tienda antigua. Mis párpados bajan y después, con indolencia, suben un poco; al hacerlo varias veces seguidas siento que se nubla mi entendimiento y que la realidad se quita su traje oficial y se pone un ridículo pijama pasado de moda y se pinta la cara como un actor cómico para desconcertarme.
Nada como que se despierten mis hijas para que la mascarada llegue a su fin. Ellas traen el pulso del tiempo en sus caras, en el ruido de sus pasos, en la forma de decirme que tienen hambre y que les prepare la merienda. Con ellas desaparecen las sombras, incluso la amenaza incongruente de un ataque en masa (o escuadrilla) de las estúpidas gaviotas. Con ellas la realidad vuelve a ser esa oficinista en la que se puede confiar, esa compañera que si te ve con mala cara te acerca una taza de café aunque sea de la máquina del pasillo, de ese que no te gusta pero que si te lo trae ella no lo rechazas.
Decía lo de que existe un mundo de hombres y otro de mujeres por todo esto. Quizá no sea una teoría muy aceptable pero llevo muchos días sintiendo que es así. Las mujeres construyen la realidad, los hombres la habitan, como quien habita el cuarto sombrío de una pensión y se pasa las horas mirando el techo.
Los enunciados científicos quedan muy lejos. Aquí sólo hay luz, ligereza y cortinas blancas que bailan con la música verano.

No hay comentarios :