25/7/09

¿Qué pasa por las noches? Cuando me meto en la cama me cuesta dormir. Recuerdo hace veinte años, la primera noche en un cuartel a las afueras de una ciudad perdida en el tiempo; era caer en la cama y cerrar los ojos al instante. Muchas veces recuerdo aquellas primeras noches con envidia: acostarte y dormir; es como abrir la boca y comer, representa lo más sencillo de la vida, aquello para lo que no hay que pensar ni mandar complicadas órdenes que luego los diferentes órganos recelan en ejecutar. Cuando llega la noche (y sobre todo ahora, en verano) no oigo ningún ruido que venga del exterior de la casa, la vida parece un sueño, algo que simplemente tiene un contador de días que van pasando deprisa y despacio a la vez. El trozo de edificio que veo desde la cama no sugiere nada especial; a veces, la luz de la luna lo deja todo perdido de irrealidad, ecos de reflejos que pudieran haberse producido en otra época, un baño inconsciente que he de reconocer que crea algo parecido o asumible como belleza. Ni con esas logro cerrar los ojos y que los fantasmas de mi cabeza pierdan consistencia y busquen sus respectivos pijamas y se metan en sus camas imaginarias y me dejen en paz. Las noches de verano son engañosas, falsas, todas con su etiqueta shakespiriana y su promesa de estrellas que nunca veo, ¿qué fue de las estrellas en Madrid?
Hace algunos meses probé con unas cápsulas naturales que me recomendaron para dormir, pero no funcionaron; luego fueron unas infusiones, los primeros días no estuvieron mal, al poco de ingerir el líquido caliente parecía que el sueño venía de puntillas hasta el salón y tiraba de mí hacia otro lugar; la película que estaba viendo en ese momento se hacía blanda, las caras de los actores se convertían en una nebulosa muelle que desobedecía la trama. Los primeros días funcionó. Llegaba a la cama y no me daba tiempo de pensar en nada: ni luces ni estrellas ni carreras de fantasmas por los pasillos de mi cabeza. Todo se cubría de una lluvia negra muy agradable que prometía hacerme desaparecer del mundo sin muchos trámites.
Espero que esta noche, después de haber escrito esto a modo de conjuro, no haga falta ninguna ayuda para que venga el sueño. Pido comprensión y silencio. La noche pronto estará aquí.

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