27/6/09

Escribir es una excusa para oler, para ponerse triste, para masticar, para abrir un armario y pensar en algo que pasó hace años, para detenerse y mirar, para que te duela la cabeza y no consigas pensar por qué te duele y cuándo dejará de hacerlo, para que los dedos vayan y vengan, para verlos bailar sin ningún motivo por un teclado, para caminar, para olvidar, para concentrarse en el ruido de una batidora en plena noche, para parar, para demostrarte algo sin utilizar una bandera o dinamita o remilgos, para tocarte la cara y asombrarte de que estés vivo y caliente y sean las 23:13 y estés solo en una casa escribiendo.
Escribir es una prueba para saber que te desgastas, que te haces pequeño y grande a la vez con el paso del tiempo, para tensar los músculos de tu brazo sin que haya un contrincante para ese pulso.
Escribir es un alivio para seguir escribiendo, para no dejar de abrir los ojos, para remar río arriba porque te han dicho que en lo alto de la montaña hay diamantes del tamaño de un huevo de avestruz.
Escribir es un reclamo para el dolor, para los momentos en que hace frío, para predicar bajo tierra, para destronar a los que te hacen muecas más allá de las sombras.
Escribir puede que sea todo esto pero todavía no logro entender porqué lo hago.

No hay comentarios :