24/9/14

Ok, voy sabiendo algo de la vida:
no me gusta el entusiasmo comercial de los locutores
ni la belleza de ciertas mujeres, tan sabida que da asco.

Sólo son un par de ejemplos, hay más.

Todos vamos sabiendo algo. Nuestra experiencia,
como un cuchillo de goma, va cortando a ciegas
el pan de a diario.

Y también de cuando se vaya.
(No lo sabemos, es lo peor, porque ahí entra
la magia personal que le pongamos).

Otra intuición. Creo que la muerte olerá a fritura.
Lo malo es que serán churros de hielo
para mojar en tazas de nieve.

Me da por asociar a la muerte
con un partido interminable de hockey canadiense
con memoriales relamidos por los videomarcadores.

Este eras tú, tu triciclo, el otoño, detengámonos
en el crujido de las hojas, ¿es necesario? ¿en serio
que lo quiere así mi patrocinador?

Y yo ahí sentado, fingiendo divertirme, esperando
que la sirena suene, con mi churro de hielo
en la mano.

Tanto coche para tan poca carretera, ya,
sé lo que estás pensando.

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