7/7/14

Afirmar a estas alturas que Lars Von Trier es un genio resulta un lugar común, con lo cual habría que inventar una palabra específica para hablar de él y de las películas que hace. Vi ayer Nymphomaniac y me volvió a sorprender. Ya cuando acabé de ver Melancholia pensé que no podría superarse, que narrar una historia superior sería imposible. Pues no. Con este director es más adecuado sentarse y que te cuente, participar en sus historias agradeciéndole que lo haga y pidiéndole en voz baja que nunca se canse de hacerlo. Recomiendo ver Nymphomaniac de un tirón, los dos volúmenes, los ocho densos capítulos. Yo lo hice casi conteniendo la respiración durante las cerca de cuatro horas. Cuando terminó me dio mucha pena, la misma que siento cuando llego a la última página de una novela que me ha sacado del mundo para meterme en el suyo. El arte es el único viaje en el que la persona que va y la que vuelve nunca son las mismas.

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