13/10/13

¿Qué hacen ahora mismo todos los que se preguntan lo mismo que yo, verán pasar la tarde como un tren de juguete que accionara un loco, con vagones a punto de descarrilar y una niña tirolesa de plástico brillante con un cántaro de leche en la cabeza y una mano tapándose la boca asombrada en lo alto de una montaña de escayola, o se conformarán con observar el diario doblado sobre la mesa baja a la vez que dejan entrar el aire en sus pulmones con idéntica cortesía que cuando cedes el paso a un coche fúnebre en un cruce aunque seas tú el que tiene la preferencia? Ya sé. La vida, muchos domingos, prefiere callar y que sea cada uno quien se arroje con elástica impureza a sus propios pozos.