27/6/13

La verdadera heroicidad consiste en permanecer fieles y dignos a la idea que tenemos de nosotros mismos. Que nadie imagine banderas ni música épica. En todo caso sonarían himnos domésticos interpretados con los ruidos que hacen nuestros dientes al rechinar. Cada vez estoy más convencido de que solo la alcanzamos cuando asumimos nuestra derrota (y no me refiero al término militar: hablo del náutico, ese que mide la travesía real que nos ha llevado hasta aquí, y que nada –o muy poco- tiene que ver con lo que planeamos en un principio).