18/5/13

En el primer supuesto, Dios nos hace fotos con una cámara desechable. Se sienta con las piernas cruzadas en el cielo y enfoca. Cuando encuentra algo destacable aguanta la respiración y dispara. Es su inventario. No colecciona monedas ni sellos ni posters vintage. Busca pruebas de libertad. Quiso fabricar ranas que se dieran cuerda solas. Pero pasó algo. En el segundo supuesto, un mono hace pompas de jabón en el cielo. Cuando sopla, el jabón se convierte en esfera y después cae manso en un baile que le agrada. Al llegar a la superficie, las paredes curvas de la pompa reflejan nuestros cuerpos y sus escenas cotidianas, pequeños ballets que el simio contempla asombrado como el que descubre pinturas rupestres a la luz temblorosa de una cerilla.