20/4/13

Todas las personas que has sido se reúnen un día y te miran. Esperan que les des explicaciones o que simplemente les señales con el dedo y les digas: me acuerdo de cuando era tú. Pero no puedes o no te sale la voz con la suficiente firmeza como para que se haga silencio y tus palabras queden sujetas al aire con la tornillería de oro que ellos esperan.