19/9/08

Escucha los dados saltando: el suelo tiembla, tu planta de interior tiembla en la quietud de tu casa, cuando no estás. La suerte cabalga despacio destrozando las aceras. Mira esa señora con su perro: está asustada. La suerte se ha puesto hoy sus zapatos de payaso y ha salido a dar una vuelta. Quiere helados. Quiere un tren. Quiere comerse las nubes. La suerte te mira y se ríe sin muchas ganas. Dijiste "6" pero ha salido "3". Lo siento, dice ella mientras hace sonar su acordeón viejo de pulmones cansados. Los grafiteros duermen. La ciudad parece un tablero de ajedrez manoseado. Hay que huir despacio, con elegancia, que la suerte no huela tu prisa; si no, estás perdido.

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